Generando vínculos reales.

Por Alfredo Corton
En la primera parte de este artículo tracé la hipótesis de que los medios virtuales se usaban mucho porque no "saciaban la sed de caricias reales".
El modo en el que nos sentiremos realmente bien es efectivamente generando vínculos reales positivos.
Es allí donde una caricia, que puede ser hasta una taza de té servida con amor, nos haga sentir bien.
Las dificultades para generar esos vínculos son en esta época de otro orden que el de la virtualidad.
Allí es donde los valores y las ideas sobre la vida y el mundo nos marcan qué es importante para nosotros o irrelevante.
Sostuve además que es una época marcada por un individualismo extremo, un consumo de lo innecesario y un materialismo a ultranza.
No es broma que durante años se nos haya bombardeado con la idea absurda de que un consumo ilimitado de bienes podía producir algo de felicidad.
Como seres humanos compartimos este misterio de la vida. Donde lo sorprendente debiese ser encontrar la humanidad en cada uno de nuestros congéneres y no su "utilidad"
Las casas hasta el siglo XIX albergaban al menos a tres generaciones, donde la familia podía desarrollarse de un modo unido. No existían ni geriátricos para los ancianos ni un montón de lugares donde la gente se torna "obsoleta".
En el campo del amor romántico, con las limitaciones que una sociedad todavía patriarcal tenía basta leer libros anteriores de William Shakespeare como "Romeo y Julieta" para entender el valor central que este amor podía tener.
No pretendo con ésto crear una imagen idílica del pasado, sino entender los rasgos claros que tenían los vínculos en esas épocas.
Hasta que llegó una concepción utilitaria y "eficiente" del ser humano y nos quedamos sin "Tiempo"
Estoy con vos todo lo que necesites
En la primera parte de este artículo tracé la hipótesis de que los medios virtuales se usaban mucho porque no "saciaban la sed de caricias reales".
El modo en el que nos sentiremos realmente bien es efectivamente generando vínculos reales positivos.
Es allí donde una caricia, que puede ser hasta una taza de té servida con amor, nos haga sentir bien.
Las dificultades para generar esos vínculos son en esta época de otro orden que el de la virtualidad.
Allí es donde los valores y las ideas sobre la vida y el mundo nos marcan qué es importante para nosotros o irrelevante.
Sostuve además que es una época marcada por un individualismo extremo, un consumo de lo innecesario y un materialismo a ultranza.
No es broma que durante años se nos haya bombardeado con la idea absurda de que un consumo ilimitado de bienes podía producir algo de felicidad.
Como seres humanos compartimos este misterio de la vida. Donde lo sorprendente debiese ser encontrar la humanidad en cada uno de nuestros congéneres y no su "utilidad"
Las casas hasta el siglo XIX albergaban al menos a tres generaciones, donde la familia podía desarrollarse de un modo unido. No existían ni geriátricos para los ancianos ni un montón de lugares donde la gente se torna "obsoleta".
En el campo del amor romántico, con las limitaciones que una sociedad todavía patriarcal tenía basta leer libros anteriores de William Shakespeare como "Romeo y Julieta" para entender el valor central que este amor podía tener.
No pretendo con ésto crear una imagen idílica del pasado, sino entender los rasgos claros que tenían los vínculos en esas épocas.
Hasta que llegó una concepción utilitaria y "eficiente" del ser humano y nos quedamos sin "Tiempo"
Estoy con vos todo lo que necesites

El único bien real que poseemos es nuestro "tiempo" y ser eficaz con él no es "terminar la tarea a tiempo". Es probablemente dedicarle tiempo a la generación de vínculos.
Esta posibilidad de vivir con otros un tiempo de reunión sin que nada nos apure o nos altere es algo indispensable para poder poner un freno a esa "máquina de producir que nos pasa por encima".
Y hay un detalle nada menor de la calidad de ese tiempo. Debe ser un tiempo "inútil". Es decir ese tiempo reservado no debe tener la premura de un provecho o una utilidad. Debe ser un tiempo en el que dejamos que las cosas surjan simplemente.
Dedicar ese tiempo a vincularnos es una herramienta poderosa para la construcción de vínculos perdurables.
Hasta se lee menos hoy día por "falta de tiempo". Algo que supera las fantasías Bradburyanas de Farenheith 451, donde los bomberos quemaban los libros.
Entonces podemos quedar en que una de las soluciones es DEDICAR TIEMPO A NUESTROS VÍNCULOS.
El amor necesita de tu fantasía
Esta posibilidad de vivir con otros un tiempo de reunión sin que nada nos apure o nos altere es algo indispensable para poder poner un freno a esa "máquina de producir que nos pasa por encima".
Y hay un detalle nada menor de la calidad de ese tiempo. Debe ser un tiempo "inútil". Es decir ese tiempo reservado no debe tener la premura de un provecho o una utilidad. Debe ser un tiempo en el que dejamos que las cosas surjan simplemente.
Dedicar ese tiempo a vincularnos es una herramienta poderosa para la construcción de vínculos perdurables.
Hasta se lee menos hoy día por "falta de tiempo". Algo que supera las fantasías Bradburyanas de Farenheith 451, donde los bomberos quemaban los libros.
Entonces podemos quedar en que una de las soluciones es DEDICAR TIEMPO A NUESTROS VÍNCULOS.
El amor necesita de tu fantasía

Esta hermosa pintura de Pierre-August Cot nos conmueve a muchos.
El amor romántico necesita de la belleza en las formas. No importa tanto si sabes o no pintar o escribir, pero dejar una esquela de amor, una poesía garabateada, una marca en una madera un arreglo floral hermoso es signo de amor.
Comparemos cualquier carta -aunque sea infantil- de expresión de sentimientos con un "SMS" y nos daremos cuenta de la pérdida de calidad en la forma en la que nos relacionamos.
Además escribas o dibujes lo que sea. Va a ser tuyo.
Esa pequeña o gran invención con la que podemos alimentar el vínculo es algo que vos hiciste.
Es ésta otra gran "Herramienta" que podemos utilizar.
Si amamos a alguien, no solo le compremos una "prenda al tono", pongamos a funcionar nuestras fantasía y expresemos el amor como mejor nos salga.
A veces una frase bien dicha puede llenar nuestro corazón.
Esto no está condicionado por la época sino por nuestra propia voluntad de dar.
El vínculo necesita un espacio
El amor romántico necesita de la belleza en las formas. No importa tanto si sabes o no pintar o escribir, pero dejar una esquela de amor, una poesía garabateada, una marca en una madera un arreglo floral hermoso es signo de amor.
Comparemos cualquier carta -aunque sea infantil- de expresión de sentimientos con un "SMS" y nos daremos cuenta de la pérdida de calidad en la forma en la que nos relacionamos.
Además escribas o dibujes lo que sea. Va a ser tuyo.
Esa pequeña o gran invención con la que podemos alimentar el vínculo es algo que vos hiciste.
Es ésta otra gran "Herramienta" que podemos utilizar.
Si amamos a alguien, no solo le compremos una "prenda al tono", pongamos a funcionar nuestras fantasía y expresemos el amor como mejor nos salga.
A veces una frase bien dicha puede llenar nuestro corazón.
Esto no está condicionado por la época sino por nuestra propia voluntad de dar.
El vínculo necesita un espacio

Suponiendo que el mundo virtual sea una manera de conocer a otros que de otro modo jamás conocerías. (algo realmente bueno de estos medios). Es necesario generar un espacio real para el encuentro.
La recuperación del espacio público para tomar un café o pasear por hermosos lugares es algo que necesitamos volver a recuperar.
En ese espacio compartido, cualquier susurro tiene sentido.
Es el modo de poder darnos tiempo, fantasía y lugar para poder hacer lo mejor que podemos con nuestra propia vida. SER LO MÁS FELICES QUE PODAMOS.
Solo con estas tres "herramientas" podemos construir vínculos valiosos e interesantes, dentro de los cuales está también el vínculo de pareja.
Por eso en EMPAREJARTE apostamos a que la gente juegue. Quizás entonces el recuerdo interno del niño, nos lleve por el camino correcto que nos aparte de la soledad.
La recuperación del espacio público para tomar un café o pasear por hermosos lugares es algo que necesitamos volver a recuperar.
En ese espacio compartido, cualquier susurro tiene sentido.
Es el modo de poder darnos tiempo, fantasía y lugar para poder hacer lo mejor que podemos con nuestra propia vida. SER LO MÁS FELICES QUE PODAMOS.
Solo con estas tres "herramientas" podemos construir vínculos valiosos e interesantes, dentro de los cuales está también el vínculo de pareja.
Por eso en EMPAREJARTE apostamos a que la gente juegue. Quizás entonces el recuerdo interno del niño, nos lleve por el camino correcto que nos aparte de la soledad.