
Por Alfredo Corton
La Soledad como fenómeno ha existido siempre. Para definir esta "soledad" no deseada, a diferencia de la creativa, es la sensación dolorosa de la ausencia de "caricias" o reconocimiento de diferente tipo que sufrimos ante la dificultad para poder construir vínculos adecuados y sanos.
Las componentes individuales de la soledad ( lo subjetivo) está siempre condicionado por lo social (los otros) y los paradigmas dominantes en cada época (el imaginario social).
Se puede ver que existe más soledad en algunas épocas o circunstancias que en otras. En un entorno social-cultural puede ser mayor que en otro también.
Tenemos entonces tres escenarios posibles donde los vínculos se producen: 1- Las circunstancias de la época, 2- Las circunstancias de la Sociedad donde ocurre y 3- El cambio. (la variable por excelencia del siglo XXI).
El cambio puede ser de la "condición individual" (Casado, soltero, divorciado, desempleado, pobre, rico, etc. que son las variables individuales) , o de las "condiciones sociales". Ambos estrechamente vinculados.
Se puede afirmar que si hay una dificultad posible en lo contemporáneo es la "velocidad del cambio". Desde el comienzo de la llamada "Revolución Industrial" hasta nuestros días el cambio se ha acelerado vertiginosamente.
Pensemos solamente en un aspecto en nuestro entorno. Los cambios realizados por la mujer como protagonista de hechos económicos y culturales, el cambio en la longevidad, con su consecuente cambio de las "edades clásicas" para ser considerado "joven o no tanto" y las consecuencias que ello tiene en la vida de pareja y familiar.
El entorno laboral ha cambiado tanto que en menos de una generación vimos pasar del concepto de que un trabajo para toda la vida era la regla, a que ahora sea excepcional. Una pareja era para siempre y ahora verificamos varias parejas a lo largo de una vida.
Ni hablemos de la tecnología que ha cambiado nuestra vida y lo seguirá haciendo de un modo continuo y rápido.
"Esa dificultad para adaptarnos a cambios de alta rapidez, producen mayores desencuentros que en cualquier otra época"
Podríamos afirmar que en este preciso momento conviven "tiempos diferentes" en determinados grupos culturales que han tomado el cambio en forma activa o no.
La Canción es la misma
Como ya escribí en un artículo anterior el terapeuta Eric Berne, creador del "Análisis Transaccional" le da una importancia crucial a lo que él denomina "Strokes", traducido al castellano como "caricias" que no es ni más ni menos que el reconocimiento de un ser vivo a otro.
Berne explica la "estructuración que hacemos de nuestro tiempo" para llenarnos de estímulos que los divide en siete "hambres"
1- De Estímulos (Caricias Físicas), así como de estímulos físicos (sonidos, luz, olores, sabores, sensaciones físicas, para percibir. Las cuales están programadas en nuestros receptores corporales.
2- De reconocimiento y aceptación de nuestra existencia como seres constituyentes de los diversos grupos a los que pertenecemos.
3- De Estructuración del tiempo, para evitar la incertidumbre en cuanto a qué hacer, el aburrimiento y asegurar los estímulos requeridos.
4- De "posición Existencial" para comunicarnos y actuar de acuerdo a las expectativas de nuestros grupos de pertenencia.
5- De "incidentes". Sucesos novedosos que rompan la monotonía y nos provean una dosis mínima de stress.
6- De sexo. Para disminuir la tensión del deseo sexual, gozar de las caricias físicas de la relajación sexual y del orgasmo, así como la relajación consiguiente.
7- De Liderazgo. Tener a alguien que nos conduzca al cumplimiento de nuestras metas y nos apoye en ese proceso.
Es decir que las necesidades humanas básicas no han cambiado mucho, pero sí el entorno y el modo de satisfacer cada una de esas "hambres"
El fenómeno del éxito de las "Redes Sociales", dan cuenta de lo importante que es dar y recibir (intercambiar) estos bienes.
Quizás por ello es que se vendan más y más computadoras y dispositivos móviles que permiten estar "virtualmente interconectados".
Un fenómeno que se verifica en ésta época de individualismo y materialismo fuertes es la pérdida paulatina, pero segura del "espacio público comunitario". Desde plazas, paseos, parques, cafés o cualquier otro punto de encuentro "cara a cara" están desapareciendo.
¿Cómo se siente una caricia virtual?
Los creadores y teóricos de la Web 2.0 no escatiman esfuerzos por intentar satisfacer esas "hambres en entornos virtuales", basta mencionar a "Facebook" que hasta incorpora la opción de "toque" (una suerte de caricia o reconocimiento virtual) dentro de sus funciones.
Es evidente que -parcial y limitadamente- los vínculos virtuales están desplazando a los reales, o los complementan en el mejor de los casos.
La limitación, en mi opinión se ve en la frecuencia de su uso -que es altísima- . Quizás necesitemos más de 100 intercambios virtuales para "simbolizar", nunca reemplazar a uno real.
¿Qué puede reemplazar a un abrazo cuerpo a cuerpo? ¿O una mirada insistente? ¿O a unas manos que nos contienen?
NADA VIRTUAL. Es mi opinión. Quizás por eso vemos a los más jóvenes -y no tanto- pegados a sus celulares chateando hasta durante la comida.
Quizás sea tan "adictivo" porque es "insuficiente". Es tanta la ración virtual que necesitamos tomar que nunca nos sacia la sed.
Esto no significa estar en contra de este tipo de tecnologías con otras ventajas que suponen. Pero sí pretendo que podamos pensar en sus limitaciones y qué tiempo nos damos para encontrarnos cara a cara.
Por eso EMPAREJARTE ha querido ser siempre un referente de este tipo de encuentros (reales), donde podemos unir piezas de un modo único. Aclaro que EMPAREJARTE, no solo se ocupa de los vínculos de pareja, sino de restablecer las redes sociales adecuadas para cada persona en cualquier momento de cambio de su vida.
El tema es muy amplio y merece otras reflexiones y herramientas prácticas que ampliaré en la segunda parte de este artículo.
La Soledad como fenómeno ha existido siempre. Para definir esta "soledad" no deseada, a diferencia de la creativa, es la sensación dolorosa de la ausencia de "caricias" o reconocimiento de diferente tipo que sufrimos ante la dificultad para poder construir vínculos adecuados y sanos.
Las componentes individuales de la soledad ( lo subjetivo) está siempre condicionado por lo social (los otros) y los paradigmas dominantes en cada época (el imaginario social).
Se puede ver que existe más soledad en algunas épocas o circunstancias que en otras. En un entorno social-cultural puede ser mayor que en otro también.
Tenemos entonces tres escenarios posibles donde los vínculos se producen: 1- Las circunstancias de la época, 2- Las circunstancias de la Sociedad donde ocurre y 3- El cambio. (la variable por excelencia del siglo XXI).
El cambio puede ser de la "condición individual" (Casado, soltero, divorciado, desempleado, pobre, rico, etc. que son las variables individuales) , o de las "condiciones sociales". Ambos estrechamente vinculados.
Se puede afirmar que si hay una dificultad posible en lo contemporáneo es la "velocidad del cambio". Desde el comienzo de la llamada "Revolución Industrial" hasta nuestros días el cambio se ha acelerado vertiginosamente.
Pensemos solamente en un aspecto en nuestro entorno. Los cambios realizados por la mujer como protagonista de hechos económicos y culturales, el cambio en la longevidad, con su consecuente cambio de las "edades clásicas" para ser considerado "joven o no tanto" y las consecuencias que ello tiene en la vida de pareja y familiar.
El entorno laboral ha cambiado tanto que en menos de una generación vimos pasar del concepto de que un trabajo para toda la vida era la regla, a que ahora sea excepcional. Una pareja era para siempre y ahora verificamos varias parejas a lo largo de una vida.
Ni hablemos de la tecnología que ha cambiado nuestra vida y lo seguirá haciendo de un modo continuo y rápido.
"Esa dificultad para adaptarnos a cambios de alta rapidez, producen mayores desencuentros que en cualquier otra época"
Podríamos afirmar que en este preciso momento conviven "tiempos diferentes" en determinados grupos culturales que han tomado el cambio en forma activa o no.
La Canción es la misma
Como ya escribí en un artículo anterior el terapeuta Eric Berne, creador del "Análisis Transaccional" le da una importancia crucial a lo que él denomina "Strokes", traducido al castellano como "caricias" que no es ni más ni menos que el reconocimiento de un ser vivo a otro.
Berne explica la "estructuración que hacemos de nuestro tiempo" para llenarnos de estímulos que los divide en siete "hambres"
1- De Estímulos (Caricias Físicas), así como de estímulos físicos (sonidos, luz, olores, sabores, sensaciones físicas, para percibir. Las cuales están programadas en nuestros receptores corporales.
2- De reconocimiento y aceptación de nuestra existencia como seres constituyentes de los diversos grupos a los que pertenecemos.
3- De Estructuración del tiempo, para evitar la incertidumbre en cuanto a qué hacer, el aburrimiento y asegurar los estímulos requeridos.
4- De "posición Existencial" para comunicarnos y actuar de acuerdo a las expectativas de nuestros grupos de pertenencia.
5- De "incidentes". Sucesos novedosos que rompan la monotonía y nos provean una dosis mínima de stress.
6- De sexo. Para disminuir la tensión del deseo sexual, gozar de las caricias físicas de la relajación sexual y del orgasmo, así como la relajación consiguiente.
7- De Liderazgo. Tener a alguien que nos conduzca al cumplimiento de nuestras metas y nos apoye en ese proceso.
Es decir que las necesidades humanas básicas no han cambiado mucho, pero sí el entorno y el modo de satisfacer cada una de esas "hambres"
El fenómeno del éxito de las "Redes Sociales", dan cuenta de lo importante que es dar y recibir (intercambiar) estos bienes.
Quizás por ello es que se vendan más y más computadoras y dispositivos móviles que permiten estar "virtualmente interconectados".
Un fenómeno que se verifica en ésta época de individualismo y materialismo fuertes es la pérdida paulatina, pero segura del "espacio público comunitario". Desde plazas, paseos, parques, cafés o cualquier otro punto de encuentro "cara a cara" están desapareciendo.
¿Cómo se siente una caricia virtual?
Los creadores y teóricos de la Web 2.0 no escatiman esfuerzos por intentar satisfacer esas "hambres en entornos virtuales", basta mencionar a "Facebook" que hasta incorpora la opción de "toque" (una suerte de caricia o reconocimiento virtual) dentro de sus funciones.
Es evidente que -parcial y limitadamente- los vínculos virtuales están desplazando a los reales, o los complementan en el mejor de los casos.
La limitación, en mi opinión se ve en la frecuencia de su uso -que es altísima- . Quizás necesitemos más de 100 intercambios virtuales para "simbolizar", nunca reemplazar a uno real.
¿Qué puede reemplazar a un abrazo cuerpo a cuerpo? ¿O una mirada insistente? ¿O a unas manos que nos contienen?
NADA VIRTUAL. Es mi opinión. Quizás por eso vemos a los más jóvenes -y no tanto- pegados a sus celulares chateando hasta durante la comida.
Quizás sea tan "adictivo" porque es "insuficiente". Es tanta la ración virtual que necesitamos tomar que nunca nos sacia la sed.
Esto no significa estar en contra de este tipo de tecnologías con otras ventajas que suponen. Pero sí pretendo que podamos pensar en sus limitaciones y qué tiempo nos damos para encontrarnos cara a cara.
Por eso EMPAREJARTE ha querido ser siempre un referente de este tipo de encuentros (reales), donde podemos unir piezas de un modo único. Aclaro que EMPAREJARTE, no solo se ocupa de los vínculos de pareja, sino de restablecer las redes sociales adecuadas para cada persona en cualquier momento de cambio de su vida.
El tema es muy amplio y merece otras reflexiones y herramientas prácticas que ampliaré en la segunda parte de este artículo.