
Por Alfredo Corton
Hace ya más una década el escritor y aviador Richard Bach (Autor del famoso libro "Juan Salvador Gaviota), escribió un libro muy curioso llamado "El puente hacia el infinito".
Como buen "experimentador místico", nos presenta una aventura por cierto muy atractiva donde él conoce a una chica llamada Leslie, la cual le deparará muchas sorpresas.
Leslie no solamente amará a Richard de un modo absoluto, sino que será compañera de sus aventuras espirituales.
Richard Bach nos presenta en ese momento a su "alma gemela", con la convicción de que debía conocerla de un modo u otro. El libro es interesante y llega a emocionar a cualquier persona sensible.
Pero inmediatamente nos plantea la pregunta de la ficción o realidad de esa "Alma Gemela".
La creencia y el concepto de "alma gemela" no es universal, sino que corresponde más a personas con inclinaciones místicas en su pensamiento. Inclusive existen personas creyentes en el "Karma" con esa particular creencia.
Platón, en su obra "El banquete", llega a mencionar el Mito griego de que los hombres tenían tres clases: Hombres, Mujeres y Andróginos, quienes eran completos y poseían cuatro piernas. Se hicieron muy poderosos y desafiaron a los dioses. Zeus mismo dio la orden de "cortarlos" en dos partes separadas una femenina y otra masculina. Pero el origen era una sola alma, por lo que ellas se buscarían una a la otra.
El problema de esa creencia es que UNA y solo UNA persona puede ser nuestra alma gemela. Dentro de este marco de creencias al "alma gemela" no se la busca, sino que se la "encuentra".
En ese sentido la creencia del "alma gemela" es -a mi juicio- muy limitante, ya que como toda idealización es más el producto de nuestras propias creencias que la realidad.
Además parece ser que si no encontramos a esa única y preciada persona no seremos felices.
Bajando al mundo real. Las pareja afines y la "construcción del bienestar"
Las afinidades básicas entre dos personas son ejes fundamentales a la hora de elegir una pareja. Algunos de los "ingredientes" de la afinidad son conscientes y otros inconscientes.
Existen también teorías biológicas sobre la afinidad y la atracción, que tienden a ser muy reduccionistas, pero aportan también al todo.
De hecho creo que "la afinidades" van cambiando durante nuestra vida en la medida que realmente crecemos y evolucionamos. De ese modo en cada momento nuestro, no existe una sola "posible pareja afín", sino varias.
Y si evolucionamos de modo desparejo es probable que la pareja afín de un momento de nuestra vida, no lo sea en otro.
Entonces ¿Es posible el amor?. En mi opinión el amor existe y depende de nosotros el poder experimentarlo bien. El amor es una fuerza muy poderosa. Pero muchas veces "idealizamos" a nuestra posible pareja y al mejor modo de "Pigmalión", vemos en ella o él aspectos que no nos gustan en absoluto y nos decimos a veces "estoy seguro que los podré cambiar". Allí está nuestro primer error.
La "idealización" de nuestra pareja no es más ni menos que un "proyección" de nuestros deseos en alguien. Y como toda proyección, un día nos "quedamos sin pilas" y la imagen simplemente "se cae".
En ese momento sobreviene la desilusión. ¿Es acaso ella o él la persona de quien me enamore?
Construyendo el amor posible
Creo que la gran pregunta que nos deberíamos hacer cuando decidimos estar en pareja con otra persona es:
¿Puedo convivir con los aspectos "negativos" de esa persona? ¿Los puedo aceptar como aspectos menores?
Si la respuesta es positiva, entonces es posible constituir una "pareja real" donde comienza una "construcción conjunta" de un estado. Podemos llegar a alcanzar desde ese lugar a un estado de bienestar y aceptación (no como una resignación o un conformismo negativo), sino como un estado gozoso donde encontramos ese amor posible, que sigue siendo una construcción cotidiana.
Muchas personas quedan solas por el hecho de "idealizar" al amor posible.
De hecho en este preciso momento, existen cerca tuyo muchas "parejas posibles". Está en Vos la posibilidad de separar fantasía y realidad y construir consenso. Para que una vez pasado el "estado de ebullición" típico del enamoramiento, podamos seguir con esa persona construyendo de a dos una realidad mejor.
Hace ya más una década el escritor y aviador Richard Bach (Autor del famoso libro "Juan Salvador Gaviota), escribió un libro muy curioso llamado "El puente hacia el infinito".
Como buen "experimentador místico", nos presenta una aventura por cierto muy atractiva donde él conoce a una chica llamada Leslie, la cual le deparará muchas sorpresas.
Leslie no solamente amará a Richard de un modo absoluto, sino que será compañera de sus aventuras espirituales.
Richard Bach nos presenta en ese momento a su "alma gemela", con la convicción de que debía conocerla de un modo u otro. El libro es interesante y llega a emocionar a cualquier persona sensible.
Pero inmediatamente nos plantea la pregunta de la ficción o realidad de esa "Alma Gemela".
La creencia y el concepto de "alma gemela" no es universal, sino que corresponde más a personas con inclinaciones místicas en su pensamiento. Inclusive existen personas creyentes en el "Karma" con esa particular creencia.
Platón, en su obra "El banquete", llega a mencionar el Mito griego de que los hombres tenían tres clases: Hombres, Mujeres y Andróginos, quienes eran completos y poseían cuatro piernas. Se hicieron muy poderosos y desafiaron a los dioses. Zeus mismo dio la orden de "cortarlos" en dos partes separadas una femenina y otra masculina. Pero el origen era una sola alma, por lo que ellas se buscarían una a la otra.
El problema de esa creencia es que UNA y solo UNA persona puede ser nuestra alma gemela. Dentro de este marco de creencias al "alma gemela" no se la busca, sino que se la "encuentra".
En ese sentido la creencia del "alma gemela" es -a mi juicio- muy limitante, ya que como toda idealización es más el producto de nuestras propias creencias que la realidad.
Además parece ser que si no encontramos a esa única y preciada persona no seremos felices.
Bajando al mundo real. Las pareja afines y la "construcción del bienestar"
Las afinidades básicas entre dos personas son ejes fundamentales a la hora de elegir una pareja. Algunos de los "ingredientes" de la afinidad son conscientes y otros inconscientes.
Existen también teorías biológicas sobre la afinidad y la atracción, que tienden a ser muy reduccionistas, pero aportan también al todo.
De hecho creo que "la afinidades" van cambiando durante nuestra vida en la medida que realmente crecemos y evolucionamos. De ese modo en cada momento nuestro, no existe una sola "posible pareja afín", sino varias.
Y si evolucionamos de modo desparejo es probable que la pareja afín de un momento de nuestra vida, no lo sea en otro.
Entonces ¿Es posible el amor?. En mi opinión el amor existe y depende de nosotros el poder experimentarlo bien. El amor es una fuerza muy poderosa. Pero muchas veces "idealizamos" a nuestra posible pareja y al mejor modo de "Pigmalión", vemos en ella o él aspectos que no nos gustan en absoluto y nos decimos a veces "estoy seguro que los podré cambiar". Allí está nuestro primer error.
La "idealización" de nuestra pareja no es más ni menos que un "proyección" de nuestros deseos en alguien. Y como toda proyección, un día nos "quedamos sin pilas" y la imagen simplemente "se cae".
En ese momento sobreviene la desilusión. ¿Es acaso ella o él la persona de quien me enamore?
Construyendo el amor posible
Creo que la gran pregunta que nos deberíamos hacer cuando decidimos estar en pareja con otra persona es:
¿Puedo convivir con los aspectos "negativos" de esa persona? ¿Los puedo aceptar como aspectos menores?
Si la respuesta es positiva, entonces es posible constituir una "pareja real" donde comienza una "construcción conjunta" de un estado. Podemos llegar a alcanzar desde ese lugar a un estado de bienestar y aceptación (no como una resignación o un conformismo negativo), sino como un estado gozoso donde encontramos ese amor posible, que sigue siendo una construcción cotidiana.
Muchas personas quedan solas por el hecho de "idealizar" al amor posible.
De hecho en este preciso momento, existen cerca tuyo muchas "parejas posibles". Está en Vos la posibilidad de separar fantasía y realidad y construir consenso. Para que una vez pasado el "estado de ebullición" típico del enamoramiento, podamos seguir con esa persona construyendo de a dos una realidad mejor.