
Por Alfredo Corton
Todo Blog espera disparar una idea de la cual surjan preguntas y posibles respuestas a temas nuevos o viejos.
En este caso aprovecharé mi experiencia como Coordinador de grupos de "corazones vacantes" para compartir mis propias percepciones.
Quizás algunas mujeres u hombres puedan aportar nueva luz sobre el ya antiguo tema de las mujeres que "salen en grupo".
Emparejarte realiza reuniones reales al menos dos veces por semana. Los lugares que elegimos son ambientes de acceso público en las mejores zonas de la ciudad. Con ésto deseo destacar que no representan ningún riesgo real para ninguno de los asistentes.
Personalmente atiendo muchos llamados de mujeres y hombres que desean asistir a nuestros eventos. En el caso de los hombres, en la mayoría de los casos se anotan solos, mientras que las mujeres me dicen -en una alta proporción- : -Bueno, yo tengo ganas de ir, pero tengo que comentarle a mis amigas a ver si vamos todas juntas...
En todas las ocasiones yo les sugiero que no dependan del deseo de las amigas para venir a un espacio que fue creado para hacer "nuevas relaciones" y pocas veces logro mi objetivo.
El resultado es diverso, pero muchas veces la chica que deseaba venir me llama diciendo que no puede, dado que alguna de sus amigas no desea lo mismo. Es decir que en esos casos, la mujer que me llamó deja su deseo de lado para no contrariar a su amiga.
¿Me acompañás al baño?
Esta frase que hemos escuchado todos los hombres y sobre la cual barajamos más hipótesis que sobre el origen del universo, resume al menos este sentido de compañerismo y de códigos que comparte el mundo femenino.
De hecho no existe nada criticable en este comportamiento, pero puede ocasionar ciertos problemas a la hora de elegir a cierta edad a nuevas amistades o parejas.
De hecho de ese modo, un hombre ya no "debe contar solamente con la aprobación de la mujer que le gusta, sino del grupo entero de pertenencia.
Al mismo tiempo que el grupo "protege" de un modo aparente, también influye en nuestras decisiones de lo que "está bien y lo que está mal".
Imaginemos por un momento que alguien le resulta atractivo a una chica, pero no al grupo de pertenencia ¿Qué deseo prevalecerá?
No pienso dar respuesta a esta pregunta dado que no la poseo y además prefiero que Ustedes completen con sus opiniones lo que falta.
Hasta en la serie televisiva "Sex and the City" aparece que las amazonas actúan en grupos. ¿Serán tan liberadas?
El precio de la libertad
Esta reflexión vale tanto como para las mujeres "que salen en grupo" como para las hombres en general. Ser libre de las opiniones de los demás tiene un precio a pagar. Pero estar condicionado por la mirada de los otros en temas tan importantes como la elección de una pareja posible es también un precio alto a pagar.
En lo personal creo que cuanto menos se depende de la opinión de los otros, más libres y valientes somos en este mundo. Si somos individuos sociales, pero no masificados, damos lugar al pensamiento, a la imaginación y la creatividad -entre otras cosas-.
El autor de ficción Olaf Stapledon en su libro "El hacedor de estrellas", muy citado por Borges, imagina un viaje de la conciencia en el espacio donde encuentra diversos seres con diferentes organizaciones. Algunos son como los pájaros en el vuelo, funcionando como una conciencia colectiva. Quizás los humanos debemos hacer crecer más nuestra conciencia individual para llegar enriquecidos a compartir nuestras experiencias a los otros y de ese modo crear un mundo menos repetitivo e interesante.