
Por Alfredo Corton
Tanto las Navidades como los fines de año pueden ser "fechas peligrosas", en cuanto a nuestro estado de ánimo.
Existen numerosos estudios sobre el tema tratados por expertos en Psicología o Psiquiatría, donde estadísticamente se incrementan los "factores de riesgo" al llegar a las fiestas de fin de año.
Es indudable que para todos nostros, estas fechas tienen un significado emocional muy alto. Cuando la rutina del trabajo y las obligaciones cotidianas ceden, aparece en este momento un estado de balance y reflexión.
Durante esas fechas, nuestras culturas tradicionalmente han creado grandes eventos donde la reunión con la familia y los seres queridos quedaron inscriptas en nuestra memoria para siempre.
Es casi inevitable entonces hacer por un lado "balances", que están muy relacionados con nuestros deseos, metas y objetivos y nuestro "estado actual" real. El balance suele hacerse en muchas áreas: laboral, familia, estudios, salud, etc.
Pero como ya escribí, al no existir la rutina del mundo del trabajo, quedan al descubierto, sin "ruido" posible también nuestras relaciones afectivas. Entonces es cuando si conservamos una relación insatisfactoria o hemos "roto" con relaciones anteriores, aparece un grado creciente de irritabilidad, insatisfacción y en algunos casos lisa y llanamente de depresión.
Es un momento donde los "duelos" no resueltos comienzan a "doler" de un modo muy fuerte.
En el caso de las personas que están solas y solos, el panorama podría ser aún más grave.
La prevención ante todo
Es imposible escapar a ese momento. Pero lo que sí podemos hacer es prevenirlo. En el caso de las personas que por diferentes circunstancias se hallan solos y solas, el armado de una "nueva red social de pares" es uno de los mejores caminos.
Sabiendo que ésto ocurre, podemos tejer nuevas relaciones tiempo antes de que "el destino nos alcance". Una de las funciones de EMPAREJARTE es brindar la posibilidad de la construcción de esa nueva red social y quizás también de una nueva pareja.
Si nos hemos divorciado, nuestras anteriores amistades quedan muy reducidas. Generalmente contamos en esos momentos con nuestros amigos anteriores, que pueden provenir de nuestros estudios. Pero... Generalmente ellos están atravesando otra etapa de su vida. Puede que estén casados, que no tengan nuestras mismas necesidades, etc.
En el plano familiar, ya nada es como antes. El tiempo pasa y nuestros padres envejecen. Algunos parientes ya no están con nosotros. Todo ésto hace imprescindible LA CONSTRUCCIÓN DE UNA NUEVA RED SOCIAL DE PARES.
La solución está en nosotros: Cómo construir esa nueva red social
Tanto la angustia como la depresión son evitables.
Más allá de la ayuda que nos pueden proporcionar los profesionales "del alma", es nuestra tarea la construcción de una red social satisfactoria.
Muchas personas comenten el error de salir de una pareja para "meterse en otra". Una red social de nuevos amigos es una construcción que lleva tiempo. La pareja posible devendrá del éxito de esa construcción.
Si tenemos en cuenta que como seres sociales necesitamos del "afecto diverso". En términos más claros, en una red social bien articulada podemos recrear un "nueva familia", aunque sea simbólicamente. Siempre habrá alguien, que por sus características "oficie de padre", otra "de madre" y así los diferentes roles que necesitamos son cubiertos en este entramado mágico.
Para ello tenemos que invertir tiempo en conocer gente y frecuentarla, no como un acto aislado, sino de un modo natural, pero constante. Los nuevos amigos no vienen solamente el día que nosotros decidimos.
Es escencial que frecuentemos "grupos de pertencencia" donde podamos ir encontrando a nuestras "nuevas y alegres amistades" y dedicarles el tiempo necesario para que estas relaciones fructifiquen y se estabilicen.
En EMPAREJARTE privilegiamos el armado de esa red social por sobre la búsqueda de pareja. De modo tal que cuando la encuentres, ya tu nuevo universo afectivo esté armado.
¡Felices Fiestas!
Tanto las Navidades como los fines de año pueden ser "fechas peligrosas", en cuanto a nuestro estado de ánimo.
Existen numerosos estudios sobre el tema tratados por expertos en Psicología o Psiquiatría, donde estadísticamente se incrementan los "factores de riesgo" al llegar a las fiestas de fin de año.
Es indudable que para todos nostros, estas fechas tienen un significado emocional muy alto. Cuando la rutina del trabajo y las obligaciones cotidianas ceden, aparece en este momento un estado de balance y reflexión.
Durante esas fechas, nuestras culturas tradicionalmente han creado grandes eventos donde la reunión con la familia y los seres queridos quedaron inscriptas en nuestra memoria para siempre.
Es casi inevitable entonces hacer por un lado "balances", que están muy relacionados con nuestros deseos, metas y objetivos y nuestro "estado actual" real. El balance suele hacerse en muchas áreas: laboral, familia, estudios, salud, etc.
Pero como ya escribí, al no existir la rutina del mundo del trabajo, quedan al descubierto, sin "ruido" posible también nuestras relaciones afectivas. Entonces es cuando si conservamos una relación insatisfactoria o hemos "roto" con relaciones anteriores, aparece un grado creciente de irritabilidad, insatisfacción y en algunos casos lisa y llanamente de depresión.
Es un momento donde los "duelos" no resueltos comienzan a "doler" de un modo muy fuerte.
En el caso de las personas que están solas y solos, el panorama podría ser aún más grave.
La prevención ante todo
Es imposible escapar a ese momento. Pero lo que sí podemos hacer es prevenirlo. En el caso de las personas que por diferentes circunstancias se hallan solos y solas, el armado de una "nueva red social de pares" es uno de los mejores caminos.
Sabiendo que ésto ocurre, podemos tejer nuevas relaciones tiempo antes de que "el destino nos alcance". Una de las funciones de EMPAREJARTE es brindar la posibilidad de la construcción de esa nueva red social y quizás también de una nueva pareja.
Si nos hemos divorciado, nuestras anteriores amistades quedan muy reducidas. Generalmente contamos en esos momentos con nuestros amigos anteriores, que pueden provenir de nuestros estudios. Pero... Generalmente ellos están atravesando otra etapa de su vida. Puede que estén casados, que no tengan nuestras mismas necesidades, etc.
En el plano familiar, ya nada es como antes. El tiempo pasa y nuestros padres envejecen. Algunos parientes ya no están con nosotros. Todo ésto hace imprescindible LA CONSTRUCCIÓN DE UNA NUEVA RED SOCIAL DE PARES.
La solución está en nosotros: Cómo construir esa nueva red social
Tanto la angustia como la depresión son evitables.
Más allá de la ayuda que nos pueden proporcionar los profesionales "del alma", es nuestra tarea la construcción de una red social satisfactoria.
Muchas personas comenten el error de salir de una pareja para "meterse en otra". Una red social de nuevos amigos es una construcción que lleva tiempo. La pareja posible devendrá del éxito de esa construcción.
Si tenemos en cuenta que como seres sociales necesitamos del "afecto diverso". En términos más claros, en una red social bien articulada podemos recrear un "nueva familia", aunque sea simbólicamente. Siempre habrá alguien, que por sus características "oficie de padre", otra "de madre" y así los diferentes roles que necesitamos son cubiertos en este entramado mágico.
Para ello tenemos que invertir tiempo en conocer gente y frecuentarla, no como un acto aislado, sino de un modo natural, pero constante. Los nuevos amigos no vienen solamente el día que nosotros decidimos.
Es escencial que frecuentemos "grupos de pertencencia" donde podamos ir encontrando a nuestras "nuevas y alegres amistades" y dedicarles el tiempo necesario para que estas relaciones fructifiquen y se estabilicen.
En EMPAREJARTE privilegiamos el armado de esa red social por sobre la búsqueda de pareja. De modo tal que cuando la encuentres, ya tu nuevo universo afectivo esté armado.
¡Felices Fiestas!