
Copa de Rubin
Por Alfredo Corton
En Emparejarte hemos tomado partido por un método de vinculación basado en los juegos grupales.
La ilustración de la izquierda muestra una "figura reversible" que fue famosa en la teoría de la percepción de la Gestalt (Alemania) y la estudia un experimentador llamado Rubin. Si miramos la figura, vemos una copa y si miramos el fondo vemos dos caras.
Esta "ambigüedad perceptual" fue llevada a cabo por muchos artistas en diversos aspectos.
La copa me sirve como punto de partida para poder hablar de lo que consideramos el "fondo" y la "figura" en nuestra forma de vincularnos entre nosotros.
Arbitrariamente asignaré a la figura al "aspecto formal" y al fondo al "aspecto lúdico".
La dificultad, el temor o la verguenza que algunas personas adultas manifiestan hacia el juego nos indica hasta qué punto nuestra educación está diseñada para que predominen los aspectos "formales" en nuestra vida cotidiana y desaparezcan la sorpresa, la ambigüedad, la creatividad y el juego.
El resultado suele ser bastante aplastante. La mayoría de los adultos sin importar el sexo, se relacionan a un nivel "formal". En teorías de la comunicación humana de puede observar que entre desconocidos predominan los "rituales" (¿Cómo le va?....¡Bien! ¿Y Usted?; etc). Los rituales ocupan, en el círculo de la interacción la parte más externa y alejada del centro íntimo. El juego, la broma, la creatividad y la espontaneidad son rechazadas y hasta -en algunos casos- reprimidas. Estamos, en esos casos, indudablemente en presencia de un tipo de adulto "robotizado".
Buenos dias su señoria mantantirulirula
Este antiguo "juego" sirve para explicar algo del tema. ¿A quién le importa "Su señoría" y el designio de un oficio que viene en la canción? ¿Es acaso éste un juego o una forma de "adiestramiento temprano" frente a la autoridad de turno y el rol social y laboral que a cada uno se supone que le toca?
Si observamos con espíritu investigador éste y otros juegos, nos damos cuenta que son al menos "mentirosos", ya que bajo el disfraz de lo lúdico se adiestra en disciplina. Entendiendo que la disciplina no está mal ya que sin ella no existe el "orden" que necesitamos para lograr lo que querramos. Entonces, ¿Dónde está la falla?
En realidad la disciplina que se enseña poco tiene que ver con la auto-disciplina que la que hace que una persona que ama la música estudie horas para lograr tocar bien una pieza musical. Está relacionada con "la disciplina a "su señoría" que no es otra cosa que la obediencia a cualquier autoridad.
En lugar de enseñarle a alguien a ser -su propia autoridad- cuando crezca, se le enseña de modo muy polarizado a ser disciplinado con los valores y deseos de otra "autoridad" que nunca es él mismo.
Día a día, la mayoría de nosotros va deviniendo en seres con mucho miedo a la intimidad y llenamos ese vacío con la "figura", es decir con aspectos formales o banales que nos alejan de nuestra propia esencia.
La capacidad de amar está también comprometida en todo el asunto, ya que nos afecta para que amemos "lo que debemos" y no lo "que realmente nos gusta".
¿Donde se esconde el Deseo?. El juego como restitución de lo creativo y de la intimidad.
La intimidad con el otro es un estado que probablemente todos hemos conocido en algún momento de nuestra vida.
Son esos momentos casi indescriptibles donde todo lo demás parece desaparecer. En este estado somos capaces de entendernos a un nivel muy esencial.
Pero la intimidad al mismo tiempo de fascinarnos, nos asusta, dado que nos podemos sentir más "vulnerables". En ese sentido han escrito muchos teóricos como Erich Fromm, quien hace un profundo análisis de esta búsqueda y de sus dificultades en su libro "El miedo a la libertad".
El juego creativo, cuando tenemos que "inventar cosas", nos conecta y nos acerca al "niño" casi perdido que tenemos en nuestro ser, logrando un entretejido que actúa como una red restauradora de potenciales.
En el juego aparece la posibilidad de crear y con ella el asombro, Cuando nos acercamos más a esa dimensión, algunos deseos comienzan a "colarse" en medio de la invencíon grupal.
Y de ese modo nos acercamos al mundo del deseo propio, al otro con una mirada límpida
Y la posibilidad del amor vuelve a nacer en nosotros.
En Emparejarte hemos tomado partido por un método de vinculación basado en los juegos grupales.
La ilustración de la izquierda muestra una "figura reversible" que fue famosa en la teoría de la percepción de la Gestalt (Alemania) y la estudia un experimentador llamado Rubin. Si miramos la figura, vemos una copa y si miramos el fondo vemos dos caras.
Esta "ambigüedad perceptual" fue llevada a cabo por muchos artistas en diversos aspectos.
La copa me sirve como punto de partida para poder hablar de lo que consideramos el "fondo" y la "figura" en nuestra forma de vincularnos entre nosotros.
Arbitrariamente asignaré a la figura al "aspecto formal" y al fondo al "aspecto lúdico".
La dificultad, el temor o la verguenza que algunas personas adultas manifiestan hacia el juego nos indica hasta qué punto nuestra educación está diseñada para que predominen los aspectos "formales" en nuestra vida cotidiana y desaparezcan la sorpresa, la ambigüedad, la creatividad y el juego.
El resultado suele ser bastante aplastante. La mayoría de los adultos sin importar el sexo, se relacionan a un nivel "formal". En teorías de la comunicación humana de puede observar que entre desconocidos predominan los "rituales" (¿Cómo le va?....¡Bien! ¿Y Usted?; etc). Los rituales ocupan, en el círculo de la interacción la parte más externa y alejada del centro íntimo. El juego, la broma, la creatividad y la espontaneidad son rechazadas y hasta -en algunos casos- reprimidas. Estamos, en esos casos, indudablemente en presencia de un tipo de adulto "robotizado".
Buenos dias su señoria mantantirulirula
Este antiguo "juego" sirve para explicar algo del tema. ¿A quién le importa "Su señoría" y el designio de un oficio que viene en la canción? ¿Es acaso éste un juego o una forma de "adiestramiento temprano" frente a la autoridad de turno y el rol social y laboral que a cada uno se supone que le toca?
Si observamos con espíritu investigador éste y otros juegos, nos damos cuenta que son al menos "mentirosos", ya que bajo el disfraz de lo lúdico se adiestra en disciplina. Entendiendo que la disciplina no está mal ya que sin ella no existe el "orden" que necesitamos para lograr lo que querramos. Entonces, ¿Dónde está la falla?
En realidad la disciplina que se enseña poco tiene que ver con la auto-disciplina que la que hace que una persona que ama la música estudie horas para lograr tocar bien una pieza musical. Está relacionada con "la disciplina a "su señoría" que no es otra cosa que la obediencia a cualquier autoridad.
En lugar de enseñarle a alguien a ser -su propia autoridad- cuando crezca, se le enseña de modo muy polarizado a ser disciplinado con los valores y deseos de otra "autoridad" que nunca es él mismo.
Día a día, la mayoría de nosotros va deviniendo en seres con mucho miedo a la intimidad y llenamos ese vacío con la "figura", es decir con aspectos formales o banales que nos alejan de nuestra propia esencia.
La capacidad de amar está también comprometida en todo el asunto, ya que nos afecta para que amemos "lo que debemos" y no lo "que realmente nos gusta".
¿Donde se esconde el Deseo?. El juego como restitución de lo creativo y de la intimidad.
La intimidad con el otro es un estado que probablemente todos hemos conocido en algún momento de nuestra vida.
Son esos momentos casi indescriptibles donde todo lo demás parece desaparecer. En este estado somos capaces de entendernos a un nivel muy esencial.
Pero la intimidad al mismo tiempo de fascinarnos, nos asusta, dado que nos podemos sentir más "vulnerables". En ese sentido han escrito muchos teóricos como Erich Fromm, quien hace un profundo análisis de esta búsqueda y de sus dificultades en su libro "El miedo a la libertad".
El juego creativo, cuando tenemos que "inventar cosas", nos conecta y nos acerca al "niño" casi perdido que tenemos en nuestro ser, logrando un entretejido que actúa como una red restauradora de potenciales.
En el juego aparece la posibilidad de crear y con ella el asombro, Cuando nos acercamos más a esa dimensión, algunos deseos comienzan a "colarse" en medio de la invencíon grupal.
Y de ese modo nos acercamos al mundo del deseo propio, al otro con una mirada límpida
Y la posibilidad del amor vuelve a nacer en nosotros.